Nací en las Islas Canarias, rodeado de sol, mar y calor humano.
Allí tuve una infancia sencilla pero marcada por un anhelo profundo:
quería más, quería vivir al máximo, quería ser libre.
Con apenas 18 años, tomé una decisión que cambió mi vida: dejé a mi familia, a mi novia, amigos y la comodidad de mi tierra cálida para viajar a la fría Granada, donde estudié Odontología.
No fue fácil.
Venía de un entorno humilde y cada paso exigía esfuerzo, disciplina y renuncia.
Me especialicé en Ortodoncia y trabajé durante 23 años en la especialidad.
A ojos de muchos, había alcanzado el éxito: una profesión respetada, estabilidad y reconocimiento.
Pero yo nunca fui de quedarme quieto.
Siempre me llamaron “vividor”, y con razón:
buscaba experiencias intensas y emociones fuertes.
Salté en paracaídas durante algunos años, piloté mi propia avioneta —y sobreviví a un accidente—,
toqué la batería en mi grupo de música, la guitarra en mis ratos libres
y viajo al Amazonas y a la sabana africana para rastrear animales salvajes.
Siempre hubo una llama dentro de mí que pedía vivir al máximo.
Pero a pesar de esa vida llena de aventuras y logros, había una paradoja:
cuanto más dinero ganaba y más reconocimientos obtenía, más atrapado me sentía.
A los 45 años, me encontré con la libertad financiera total y la capacidad de estar en cualquier lugar del mundo.
Fue maravilloso, el saber que no tendría que volver a trabajar.
Y sin embargo… descubrí una verdad incómoda:
mi cuerpo podía estar de vacaciones en playas paradisíacas, pero mi mente seguía enjaulada,
atrapada en el ruido y la preocupación constante.
Era el dueño de una jaula de oro.
Decidí romper el guion y empezar a diseñar una vida que no solo pareciera buena por fuera,
sino que se sintiera plena por dentro.
Aprendí que la libertad no es un destino al que se llega, sino una forma de caminar cada día.
No se trata solo de dinero o de éxito, sino de vivir en equilibrio, con propósito y valentía.
Hoy, mi vida es una aventura constante.
Soy emprendedor, inversor y un aventurero por naturaleza.
Mi mayor pasión es explorar los rincones más salvajes del mundo,
rastreando la vida salvaje y durmiendo en mitad de la sabana o la selva,
sintiendo y fotografiando lo que la naturaleza me regale cada día.
Pero también encuentro la plenitud en los momentos más sencillos:
la calma, la paz y el bienestar que te da estar con los tuyos.
Mi filosofía nace de esta búsqueda y se sostiene sobre tres pilares que cambiaron mi vida: vivir sin trabajar, vivir en calma y vivir salvaje
Vivir sin Trabajar
Se trata de crear sistemas inteligentes que financien tu vida, para que seas dueño de todo tu tiempo.
Vivir en Calma
Es cultivar la paz interior y la serenidad, desconectando del ruido para conectar contigo mismo.
Vivir Salvaje
Es recuperar tu instinto, tu sed de aventura y tu conexión con lo esencial..
la vida.
Hoy dedico mi vida a explorar y a compartir.
Exploro la sabana africana, el amazonas y cualquier parte del mundo rastreando y fotografiando animales salvajes en solitario.
Exploro el mundo financiero, buscando nuevas formas de generar y multiplicar ingresos.
Y exploro el camino interior, aprendiendo a vivir con calma y propósito.
A través de ViajandoLaVida.com, mis fotografías y mi serie de libros VIVE, comparto lo que aprendí para que otros puedan liberarse de sus propias jaulas.
Porque la libertad no es acumular ceros en una cuenta.
La libertad es tener el coraje de vivir sin ataduras.
Dejar de sobrevivir y empezar a SuperVivir.
Gracias por estar aquí. Empecemos el viaje juntos.
Gustavo Ojeda
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